Donde habita el Anti-Viri
Vale, sí, lo sé: que estoy de exámenes, ¿no? Pues sí, en efecto. Y hoy he tenido un examen que me ha ido como el culo, a más señas. Pero no podía dejar de informaros de algo nuevo que he descubierto a través de La Huella Digital, blog de un periodista de La Voz de Galicia al que estoy suscrito (al blog, entiéndase). Seré brevísimo: ¿nunca os habéis preguntado cuáles son las antípodas de vuestra casa? No estoy hablando de -por ejemplo- "Australia", así, grosso modo, como poniendo un dedo gordote en alguna parte al azar de esa isla-continente de 7'7 millones de kilómetros cuadrados. No. De lo que hablo es de las antípodas exactas: el exacto jodido punto que hay al otro lado de este planetucho; el lugar del mundo más alejado de eso que llamáis "hogar"; ese sitio en el que, mirarais hacia donde mirarais, siempre estaríais mirando hacia vuestra casa (si obviamos, claro, la curvatura terrestre).
Para aquellos que no os hagáis una idea de hasta qué punto es precisa Antipodes Map (Antipodal location for any map point), pondré un ejemplo real: las antípodas exactas de mi casa están en unos montes (que no he conseguido identificar) al este del lago Coleridge y al oeste del Lyndon (situado en los límites occidentales del Parque Korowai-Torlesse Tussocklands). Ambos lagos están en la Isla Sur (Te Wai Pounamu en maorí) de Nueva Zelanda, dentro de Región (subdivisión político-administrativa territorial neozelandesa) de Canterbury. Concretamente, las antípodas de mi hogar familiar se encuentran a escasos kilómetros (cálculo aproximado, quizás sea menos) del lago Georgina, a cuya ribera pasa la carretera Harper. Exactamente.
Espero que sea un lugar bonito, como este (también en la Isla Sur):
¿Qué? ¿Os pica un poco la curiosidad? Porque no deja de ser eso: una curiosidad. Pero... ¿qué seríamos si dejáramos de divertirnos, asombrarnos, sorprendernos con o interesarnos por estas cosas?
Pues eso.