viernes, 15 de septiembre de 2006

Mundodisco

Hace ya mucho tiempo escribí en mi blog (no en este) una especie de cuentecillo corto con moraleja (algo muy mediocre, si os soy sincero) que cierto visitante fortuito aprovechó para comparar mi estilo escrito con el de un escritor inglés llamado Terry Pratchett. Yo me felicité a mí mismo porque suponía que yo, sin leer nada suyo, había conseguido equipararme con este aparentemente talentoso y famoso literato. Tardaría aún mucho tiempo en darme cuenta de hasta qué punto estaba equivocado.

Fue durante mi segundo año universitario en Santiago (2005-2006) cuando me topé, como por coincidencia, con algunos de los libros de este señor. Viendo su bajo precio (menos de 7€ en una edición sencillita, de bolsillo) decidí comprarme uno. Al fin y al cabo, hacía mucho tiempo que veía esos libros en las tiendas y ya era hora de que leyese algo de ese tipo que "escribía como yo". Escogí el más antiguo que encontré de su colección, el tercero: Ritos iguales (1987). No era necesario leer los anteriores para entender este: eran historias autoconclusivas, por lo visto. Y costaban poco. A ver qué tal estaba.

Terry Pratchett es, según mi experiencia actual, Dios. O lo sería si el cargo de Dios no requiriese cierto grado de seriedad sacra. Ritos iguales me descubrió un humor tan especial como británico en el que no hace falta ser solemne para entender algunas cosas fundamentales de la vida. De hecho, es no-siéndolo como este autor dibuja un mundo tremendamente divertido y original al mismo tiempo que se ríe de todo lo épico y nos muestra que lo importante en esta vida es más bien sencillo, cuando no ridículamente obvio. Sus personajes no son planos, ni redondos, ni esféricos: son quintidimensionales, porque una dimensión muy especial, la de la comicidad, les hace imposibles y muy humanos al mismo tiempo. Cuando empezó ha escribir hace 20 años, Pratchett demostró ser alguien "que ha meditado mucho sobre la Vida y había entendido el chiste". Hoy, a sus casi cincuenta y diez años, sigue tan fresco como siempre, escribiendo sobre un mundo plano sostenido por cuatro elefantes que viajan en la concha de una tortuga cósmica.

Todo esto viene a cuento de que ayer me compré, por fin, el número 1: El color de la magia (1983). Aún no sé muy bien de qué va, pero parece el comienzo de las aventuras de los personajes que protagonizan el segundo libro, que ya leí, La luz fantástica (1986... ¡como yo!). También he leído el cuarto, Mort (1987). Quizás otro día me explaye y os explique de qué va cada uno y mi opinión detallada. Por ahora, sólo os los recomiendo encarecidamente. Son muy baratos, pero si fueran más caros valdrían igual la pena.

Irmandiños: A Revolta

Esto que veis aquí es la imagen-insignia de un juego de rol en vivo en el que me he metido, sólo Dios sabe cómo. Bueno, Dios y yo. La información me llegó por una doble vía: por un lado, por el grupo de MSN de Asseconia, una asociación de medievalistas que dirige (si no me equivoco) un amigo mío, Anido. Al mismo tiempo, otro amigo mío, Diz puso en su blog una entrada sobre el tema, así que aquí estamos, metidos los dos en este asunto hasta la coronilla y expectantes ante lo que se nos viene encima (para bien, por supuesto). Os explicaré un poco como va todo.

Se ve que nuestra nueva Xunta nacional-socialista (sé que suena mal) o, mejor dicho, progre-nacionalista (¡mucho mejor!) ha decidido promover actividades y acontecimientos frescos, juveniles y alternativos para alejar su imagen de la del antiguo gobierno y, es de suponer, por otras razones de más peso (por ejemplo, devolverle el favor a gran parte de sus votantes). Para ello han decidido contratar a un equipo llamado 13negativo que se dedica a organizar partidas masivas de rol en vivo (con mayor o menor éxito) y encargarle la representación de la Segunda Guerra Irmandiña (1467 - 1469), una auténtica guerra civil acontecida en Galicia hace cinco siglos y medio y que enfrentó a gran parte de la población contra algunos grandes señores feudales y sus abusos. Quizás cuando la estudie mejor os pueda decir algo más... o con más autoridad. Por ahora sólo sé algo del juego.

Lugar: fortaleza de Monterrei (Verín), que aquí podéis ver. Días: 22 al 24 de septiembre. Participantes: 300 pringaos vestidos de irmandiños y 200 desgraciaos en el papel de las tropas malfeitoras. Dormiré en mi saquito, en una tienda de campaña de protección oficial (je) y comeré también a cuenta mía y de la Administración. ¿Precio? Pues me ha costado 18€. Aún no sé qué haré allí exactamente. Suena fantástico y espero que se vea igual. Deseadme suerte.

jueves, 14 de septiembre de 2006

Y aquí comienzo yo mismo

El sano propósito de esta entrada es explicaros por qué mi nuevo blog comienza su singularandadura con un fragmento extraído del libro que Marco Polo escribió a su regreso de los paises de Oriente. La explicación no puede ser más sencilla: al igual que Marco Polo hizo con las mil maravillas que vio y escuchó en su viaje a la China, yo quiero describiros más o menos lo que he ido, voy e iré viendo en mi viaje por "la vida, el Universo y todo lo demás" (¡alarma, alarma: alusión friki!). Porque, veréis: yo acabó de irme (con mi petate al hombro) de un lugar muy intimista y contemplativo conocido como el Bosque de Xerbud, situado muy, muy al Oeste de aquí (sólo con deciros que en él hay muchos manzanos ya os haréis una idea...), y ahora que me dispongo a viajar por estos caminos, que son vuestros y míos y de todas las personas de este mundo, quiero hacerlo de forma activa y consciente, tocándolo, oliéndolo, viéndolo y criticándolo todo. Y, por supuesto, contándooslo. Brindo por un futuro prometedor y una buena relación entre nosotros, lectores. Chin-chin.

domingo, 10 de septiembre de 2006

I. Aquí comienza la introducción del libro que se llama "La descripción del mundo"

"Señores, Emperadores y Reyes, Duques y Marqueses, Condes, Caballeros y Burgueses, y todos aquellos que queráis conocer las diferentes razas de hombres y la variedad de las diversas regiones del mundo, e informaros de sus usos y costumbres: tomad este libro y hacéoslo leer; porque en él encontraréis todas las grandísimas maravillas y diversidades de Armenia Mayor y Menor, de Persia, de Turquía, de los Tártaros y de la India, y de muchas otras provincias del Asia Media y de una parte de Europa cuando se va al encuentro del viento Griego, del Levante y de la Tramontana; que así os las contará nuestro libro con claridad y buen orden, todo ello como micer Marco Polo, sabio y noble ciudadano de Venecia, las describe porque las vio con sus propios ojos..."



Libro de las Maravillas, Primer Libro, cap. I