lunes, 21 de abril de 2008

La frágil paz de Olimpia

NOTA PREVIA: ¡Hola! Sé que todos me echabais de menos, pero aún no cantéis victoria. Espero haber vuelto para quedarme, pero, ¿quién sabe? Por otro lado, para aquellos que habéis leído mis últimas dos entradas y habéis vomitado sierpes y sapos al ver que eran de política, lo siento: preveo (puedo equivocarme, pero es así) más entradas de ese tipo en próximas actualizaciones de este blog, aunque eso no significará -espero- que desaparezcan las entradas de otras temáticas. La de hoy, sin ir más lejos... ¡es de política! ¡Ajajá!

Coincidiendo con la proximidad de los Juegos Olímpicos de Verano en la China (que se celebrarán este mismo año), unos desaprensivos, que responden al nombre de "tibetanos", dirigidos por su malvado líder, el Dalai Lama (*truenos y relámpagos, acorde siniestro*), han decidido molestar a la pobre superpotencia china con protestas y berrinches para que todo el mundo se haga eco de su pérfido objetivo: obtener su libertad colectiva, que ellos dicen aplastada por las tropas de nuestra querida República Popular.


Fuera bromas, creo que la situación de Tíbet es francamente lamentable, no sólo por la tragedia humana que supone, sino por su traducción política: una comunidad de millones de seres humanos (curiosamente, casi la misma población que Galicia: cerca de 3 mill.) privados de los mínimos derechos y libertades civiles y humanas (estoy pensando en la democracia, la seguridad física y el Estado de Derecho). Encima, dirán ellos, sufren el drama nacional de vivir bajo la dominación de otro pueblo, aunque ese es un asunto que yo, personalmente, relativizo: para mí, el problema de los tibetanos no es con los chinos, sino con unos dirigentes sobre los que no tienen ni un mínimo control (es decir, que los chinos tienen el mismo problema) y que ni siquiera han elegido. En efecto: la ausencia de democracia es la clave que legitima, a mi entender, las protestas.

Ahora bien: ¿deben los países que se autodenominan -con sus propias contradicciones- "promotores de la democracia" boicotear los Juegos Olímpicos chinos? Para entender la argumentación de mi respuesta, creo que es necesario ver antes qué significan para mí los Juegos Olímpicos.

Los Juegos Olímpicos eran, para los griegos, una tregua destinada a permitir lo que ellos consideraban más importante que sus trifulcas interpolitanas: el correcto culto a sus dioses comunes (panhelénicos). Sólo más adelante, hombres de nuestro tiempo vieron en aquellas fiestas la celebración del deporte y las virtudes que implica. Por esta razón, el significado que tienen nuestros Juegos, los Juegos que aquellos hombres recuperaron en 1896, es un poco diferente al original: hoy en día, a través de los Juegos Olímpicos reconocemos que el valor de unión, sana competición y superación que aporta el deporte a las comunidades humanas debe ser celebrado, sea cual sea la religión, etnia, lengua, edad, sexo, ideología, frontera o conflicto que dividan a los deportistas (lo que implica no freír a tiros a nuestro enemigo en cuanto le veamos pisar la pista).

Es cierto que los intereses extradeportivos han prostituido estos juegos, especialmente intereses económicos en torno a la elección de la sede de los Juegos (crecimiento económico, empleo, prestigio internacional...) e intereses políticos (que utilizan a los deportistas y la competición deportiva como sucedáneo de la guerra real). Pese a ello, no debemos permitir que los Juegos se pierdan o sean perturbados por ningún conflicto político: el valor del deporte es real, y el valor de los Juegos como un foro multilateral en el que deportistas de todas las naciones de la Tierra juegan entre ellos a algo sano, sin violencias ni odios (algo que debería reivindicarse), también es real. Los Juegos no son perfectos (hoy en día, p. e., despiertan sentimientos tribales), pero tienen un enorme potencial.

Expuesto esto, entenderéis mi posición: creo que los Juegos son patrimonio de la Humanidad, de las personas, de los atletas y las sociedades que respaldan a éstos atletas. No es propiedad de los gobiernos, muchos de ellos corruptos y/o tiránicos, que patrocinan los Juegos y pretenden convertirlos en palestra de su grandeza y poder. La sociedad china tiene muchos y muy grandes atletas por los que merece que los Juegos se celebren en su territorio. Quizás podría echarse en cara al COI que eligiera China como país anfitrión de la competición, pero esta organización no debe guiarse por criterios políticos, pues eso iría en contra del espíritu mismo de los Juegos.

Al margen de todo ello, creo que las sociedades -supuestamente democráticas- de estados -supuestamente- "promotores de la democracia" deberían presionar a sus gobiernos para que éstos actúen, al menos, con antipatía y abierto reproche frente a los gobiernos corruptos y anti-democráticos del mundo, no sólo en la cuestión olímpica (y no sólo contra China), sino por defecto. Es muy probable que, debido a las dependencias económicas ineludibles entre estados y las presiones del capital sobre el poder político, nuestros gobiernos no pudieran satisfacernos adecuadamente, pero esta desconexión entre gobiernos y gobernados es una situación lamentable que no deberíamos aceptar y que deberíamos intentar solucionar.


9 comentarios:

  1. Pues la verdad es que no es un tema que tenga muy reflexionado, así que no sé inclinarme por el sí o por el no de una forma sensata (quiero decir que esté basado en algo racional y no visceral). Posiblemente mi desapego a los Juegos Olímpicos (al menos, hasta que decidan incluir strip-mudfight femenino o mixto) influye en ello: me da pereza pensar en las Olimpiadas. Sin embargo, Karmele Marchante está a favor del boicot. Seguramente pronto tendremos más posicionamientos dentro de la esfera de la intelectualidad española que nos ayuden a decidirnos. Lástima que ya pasaron los Goya, podríamos ver a los actores con túnica de azafrán y pegatinas de "No a China". Y mientras celebramos lo comprometidos que somos todos, nunca sabremos cuantos tibetanos han sido asesinados, o lo siguen siendo.

    Bueno, ya hemos hecho un comentario comprometido. ¿Quién se viene a comer a un chino?

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  2. Quede, antes de nada, clara mi posición. El Tibet sufre una situación lamentable, y la culpa es tanto de China como de la comunidad internacional.

    Resulta más que lammentable que la situación del tibet se haya ido alargando a lo largo de más de cincuenta con la connivencia de una comunidad internacional que desde el principio contaba con fórmulas de presión sobre lso gobiernos de Pekín; dichas fórmulas no llegaron a plantearse nunca por dos factores principales que no descartan otros.

    En primer lugar la escasa relevancia mediática del asunto, no siempre hubo un lobby pro-tibetano en los EE.UU.

    En segundo lugar unos intereses económicos de occidente en China que se podrían haber visto seriamente perjudicados de haber realizado algún tipo de presión política, económica, diplomática o militar sobre el gigante asiático.

    Una vez dejada clara mi postura y los factores condicionantes de la acción occidental que yo juzgo como principales, quiero dejar claro que, obviamente, comparto contigo la visión de lo que deben ser los JJ.OO y el movimiento olímpico en general.

    Pero, démonos cuenta que, desde hace mucho, los JJ.OO han entrado en el sutil juego de la diplomacia entre estados; son una fórmula de presión más -se pudo ver en las citas de Moscú y Los Ángeles- que pueden tener tanto o más impacto mediático que otras medidas más serias; no cuestan nada, no consiguen nada, y lavan la cara de algún gobernante de turno que ha caído en picado en las encuestas.

    ¡Cáspita! ¡Parece que hablo de la perfidia gabacha!

    Saludetes.

    L.

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  3. Bueno, yo estoy en contra del boicot contra los Juegos en China. Ahora explicaré por qué. Primero, la sitaución de la China actual ( y del Tíbet, claro está) era muy parecida (por no decir la misma) hace diez o quince años, cuando el Comité Olímpico eligió esta candidatura. Quitando el hecho de la corrupción de dicho comité, ahora toca aguantarse. ¿Por qué nadie se quejó en su momento, cuando sí que se podía evitar que China presidiese unos Juegos Olímpicos? No lo sé. O si se manifestaron, no tengo noticias y dudo que la repercusión hubiese sido igual a la que se está montando ahora.

    El quejarse ahora me parece un juego de niños políticamente correctos, que aceptando que la situación del Tíbet es pésima y China es un malo malísimo, hay que denunciarla. Haberlo hecho antes. Eso es lo que tendría que evaluar el Comité o el que se encargue de eso. Vale que es un relación política más que nada, como habéis comentado, pero se podría haber hecho algo. Ahora es de niños el quejarse.

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  4. Completamente de acuerdo, todos sabían lo que pasaba en el Tíbet, antes y ahora.

    Hacerse los sorprendidos es....lo que es.

    L.

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  5. Me ha gustado mucho la entrada. Pocas veces se analiza las olimpiadas desde el punto de vista de lo que son: competiciones deportivas. Generalmente se suele decir Juegos Olímpicos como señuelo de una conversación política que encierra intereses muy distintos al deporte.
    Me ha gustado mucho.
    Un saludo.

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  6. Según la revista "El Viejo Topo" (de Izquierda Unida) las protestas de los tibetanos están siendo alentadas por USA y los países de la UE para desestabilizar al futuro gran rival de Rusia y USA....

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  7. Hola Virus, he leido tu opinión en el weblog alterglobalización y luego he aterrizado a este tu blog y me han gustado los argumentos de esta entrada.

    Sin embargo yo tengo el corazón partío, como decía Alejandrito. Por un lado los Juegos Olímpicos deberían primar ante todo la deportividad e igualdad de los seres humanos olvidando la política y los conflictos. Pero por otro lado, sería de ciego ignorar las injusticias que ocurren en el mundo, y en este caso en China. La candidatura china fue fruto de su despertar económico y de interesés más económicos aún, no nos engañemos.
    Cuando se adjudicó la candidatura hubo pocas protestas y cuando empezaron de verdad ya era bastante tarde. Pero siempre queda bien protestar. Mira el presidente francés, jugando con el corazón de la gente con el voy o no voy. Pura pantomima que no deja de manchar el espíritu primigenio de los JJOO, tanto de los clásicos como de los modernos.

    Y otra pregunta: ¿El sistema de elección del Dalai Lama es democrático?

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  8. Qué hay, Bitxo. Escribi en Alterglobalización's Weblog porque me parece un sitio agradable, interesante y adecuado para el debate. Nos veremos más por ahí, sospecho.

    Respecto a la cuestión de los JJ. OO. en China, y a pesar de que ya ha pasado mucho tiempo, sigo pensando que no debería haber detrás de la selección de la sede otros criterios que no fueran deportivos (lo cual no es decir mucho, ahora que lo pienso...). Pero sí: la situación de TODA la sociedad china es un poco frustrante para todos los que creemos en la democracia. Aunque, en mi caso, me frustra más el hecho de que aparentemente no les importe (viven muy bien, al fin y al cabo) que su carencia de democracia.

    Respecto a tu pregunta sobre la elección del Dalái Lama, estuve tentado de recordarte que "la Wikipedia es tu amiga", pero creo que puede ser interesante para todos, así que expondré lo que he descubierto:

    El método usado por la comunidad tibetana afín al Dalái Lama actual, Tenzin Giatso, para la elección del Dalái Lama (porque hay otros métodos tradicionales, que la R. P. China esgrime para elegir a los hombres que le interesan, con los conflictos esperables) consiste en que, a la muerte del Dalái Lama, el Panchen Lama (2ª autoridad religiosa del lamaísmo o budismo tibetano) debe encontrar al niño que es la reencarnación del difunto Dalái Lama. (Asimismo, el Dalái Lama deberá encontrar a la reencarnación del Panchen Lama cuando éste muera.)

    Como ves, no es un cargo democrático, sino una monarquía (eclesiocrática) en toda regla. Sin embargo, el actual Dalái Lama, líder del gobierno oficial del Tíbet en el exilio, llevó a delante la creación de una constitución democrática que, si no me equivoco, convertiría al Tíbet en una especie de monarquía parlamentaria moderna como la nuestra.

    Y así todos hemos aprendido algo nuevo. ¡Alegría y regocijo!

    Nos vemos.

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  9. Que alegría, que alboroto, con esta wikipedia piloto!!!

    Gracias por ilustrar mi ignorancia sobre el tema y recordarme que la sabiduría universal, ya por fin, está al alcance de todos.

    Me alegra conocer las intenciones democratizadoras del Dalai Lama.

    Saludos

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